La obra que os traemos hoy casi no necesita presentación. Amparada por el magnífico dibujo de Alex Ross y el increíble guión de Mark Waid, nace la novela gráfica ‘Kingdom Come’ bajo el sello de Elseworld (Otros Mundos) para DC Comics. La obra surgió originalmente en cuatro números, pero tras el éxito obtenido culminó en un volumen recopilatorio que ha tenido casi tantas reediciones como elogios en su carrera. La más reciente nos llega desde ECC Ediciones, un cuidado y cómodo volumen en rústica a todo color que abandona el peso y las proporciones destruye muñecas de otras ediciones anteriores.
Con casi 20 años en su haber, ‘Kingdom Come’ es un clásico, una auténtica joya del cómic que se mantendrá eternamente en una posición indiscutiblemente privilegiada, y es que cuesta encontrar cómics de unas características tan equilibradas y con tanta calidad. Pero como diría Jackie, vayamos por partes.
Superman se ha retirado, y sin su influencia, el mundo ha aceptado a una nueva generación de héroes encabezados por Magog que recurren a la violencia y a la barbarie para impartir su particular visión de la justicia. No obstante, la amenaza de un futuro apocalíptico fuerza el regreso del Hombre de Acero... y el choque con los recién llegados será inevitable.
Con esta sinopsis nos presenta ECC la historia de ‘Kingdom Come’, una breve muestra que sólo perfila la superficie de cuanto nos encontraremos en sus páginas, una historia oscura y profunda que parece extraída de los mismísimos versículos del Apocalipsis. Bueno, realmente tiene algunos extractos y ciertas similitudes en su historia, pero salvando las distancias en el género y sin suponer un suicidio colectivo neuronal para tratar de comprenderlo.
El guión es una maravilla de principio a fin, mostrándonos un mundo superheróico futuro, distinto al conocido en la serie regular del Universo DC. Aunque el cómic se acoge al sello Elseworld, posteriormente se introdujo en la continuidad regular del universo, perteneciendo los personajes a Tierra 22, hogar de ‘La Legión de Superhéroes’.
El mundo que nos muestran es una crítica a la realidad que enfrentaban los años noventa, con el auge de un nuevo estilo de cómic de superhéroes donde abundaban la acción y los músculos de proporciones imposibles en detrimento del argumento y la materia gris de los protagonistas. Esto se refleja en un mundo donde hay más superhéroes que nunca, donde la destrucción de las ciudades que habitan y tratan de “salvar” están a la orden del día. Sí, “salvar”, porque los ideales del héroe se han perdido bajo capas de oscuro egoísmo e ideales que poco o nada tienen que ver con aquellos que definen a un verdadero héroe.
Los héroes de antaño como Superman se han perdido en el tiempo, quedando relegados a una sombra de lo que fueron realmente e incluso desprestigiados por una sociedad que ahora los necesita más que nunca. En activo, sólo continúan unos pocos de esas viejas glorias, como Batman en Gotham, un estado de “utópico” control, o Flash librando el mal de su amada Starcity.
Pero no podía pasar mucho tiempo entre las páginas del cómic que nos ocupa sin que la generación de oro volviese a reactivarse. El motivo de su regreso no podía ser otro que la destrucción de todo lo conocido, una visión que tendremos gracias a las narraciones de Norman McCay, sacerdote amigo de Weasley Dodds, el Sandman original (no confundir con el Eterno Morfeo), quien le pasa el testigo de su poder pero con horribles visiones apocalípticas. Junto al pastor y el Espectro, llamado por algunos como la ‘Ira de Dios’, realizaremos un viaje por las entrañas del mundo metahumano.
En el cómic nos encontraremos con varios grupos bien diferenciados sobre los cuales tendrán lugar todos los acontecimientos. Por un lado tendremos a los metahumanos modernos, herederos de las generaciones conocidas de superhéroes y comandadas por Magog, personaje inspirado en Cable de X-Men pero con algunos cambios notables como la cornamenta dorada sobre su cabeza. Magog podríamos decir que es el nuevo Superman, aunque parecido no tenga ninguno. Se trata del nuevo estandarte, aquel que han elegido tanto los nuevos metahumanos como la humanidad, para librar las batallas de las que ellos no son capaces de responsabilizarse.
Tras uno de los grandes eventos que da comienzo al gran conflicto, Wonder Woman convence a Superman para que vuelva a vestir la gran “S”. Su regreso conlleva la unión con otros conocidos metahumanos como la mencionada amazona, Green Lantern (el original, Alan Scott, pero con una profunda relación con los Corps y Hal Jordan), Flash (que parece haberse convertido más en una Entidad de la velocidad alejada de su humanidad) o Hawkman (que en su retiro se ha dedicado a combatir fines medioambientales).
Junto a estos héroes echaremos en falta a algunos de los grandes, como pueden ser Batman o Green Arrow, los cuales comandarán su propio grupo con unos ideales algo más humanos. La diferenciación y rivalidad que en otras historias hemos podido llegar a ver entre Batman y Superman alcanza otro nivel en las páginas de este cómic. Una dualidad en los ideales y en la creencia de lo que realmente necesita el mundo, que dividirá las facciones metahumanas al frente de dos banderas que, si bien podría decirse que buscan el mismo fin, no lo buscan de la misma manera.
Finalmente, aunque el primer grupo mencionado podría considerarse como el “villano” de la historia, esta figura queda bastante empañada con los acontecimientos que van teniendo lugar. Es difícil catalogar el verdadero mal de la historia o sentir quién es el malo en la novela si tratamos de enfocarlo a alguien concreto. No obstante, tendremos a los villanos conocidos de DC unidos en otro grupo, el Frente de Liberación de la Humanidad. Un grupo de villanos que se reúne bajo el mando de Lex Luthor, y en el que podremos encontrarnos a viejas glorias como Enigma, Catwoman, Vandal Savage o al heredero de Ra’s Al Ghul.
Con todos estos grupos terminamos de formar un coctel realmente explosivo que desde el principio esperamos que reviente de la peor manera posible. Obviamente no nos decepcionan, encontrándonos con un desastre de proporciones abismales al que sólo le falta la marcha de las valkirias para romper el termostato de la epicidad.
A pesar de que las batallas y la épica estarán presentes, la profundidad del cómic y el pulido argumento es innegable. Tal como dijo Mark Waid, “la redención es la fuerza conductora de la serie”, y durante el transcurso de las páginas veremos como todos y cada uno de los protagonistas deben hacer examen de conciencia. La indefinición del bien y el mal, la lucha que deben librar los nuevos y viejos superhéroes, o la propia humanidad, abandona el plano físico por uno más moral.
No obstante, esta maravillosa historia no sería todo lo que es de no ser por el siempre impresionante trabajo de Alex Ross. Como no podía ser de otro modo, su estilo portadista, tan realista que podríamos decir que roza incluso la perfección, guíado por cada una de las palabras de Waid compone un relato visual de una calidad abismal.
No hay una sola página en la que no nos maravillemos con su estilo, con los movimientos de los personajes, las facciones tan bien construidas, la tensión y dinámica de las batallas o las metáforas visuales con las que se desarrolla la novela. Una conjunción de técnicas que forma el inconfundible estilo de Ross, el cual ya se ha granjeado incontables fans y seguirá haciéndolo.
Sin duda, uno de los mejores dibujantes del mundo del cómic, quien ha encumbrado con su toque particular esta obra como una de las más grandes dentro del género superheróico.
En definitiva un volumen que todo aficionado a los cómics y al mundo de los superhéroes debe leer. Es un deber y casi una obligación, pues se trata de una de esas novelas que no deja indiferente a nadie y maravillará a cualquiera que le dé una oportunidad. Además, como no podía ser de otro modo a manos de ECC, el volumen incluye un contenido adicional que hará las delicias de los fans. Desde una introducción a manos de Marv Wolfman, hasta unas palabras finales de los propios autores junto a una detallada guía de personajes o la evolución que han sufrido a manos de Ross. Un contenido impecable que nos alargará la estancia en ese maravilloso mundo que han creado.
Así que no dudéis más y haceos con este volumen. ¡Leedlo insensatos!