Cómic: review de "Crisis en Tierras Infinitas" [ECC Ediciones].

Damas y caballeretes, volvemos con un nuevo clasicazo de DC Comics. Uno de esos cómics que se ha alzado como estandarte de la editorial, conocido tanto por los más avezados lectores de cómics, como por aquellos novatillos que apenas han pasado las primeras páginas de algún número de Superman, conocen, bien porque han oído hablar de él o porque han visto alguna de sus imágenes (la desgarradora portada fruto de la colaboración de George Pérez y Alex Ross que vuelve a protagonizar esta nueva edición). Si por el contrario eres de los pocos que no conoce ni de oídas el título de ‘Crisis en Tierras Infinitas’, estás a las puertas de una aventura fantástica, aunque algo compleja y enrevesada, que reconvirtió el Universo DC de hace casi 30 años.

Corría el año 1985 cuando Marv Wolfman (guión) y George Pérez (dibujo) crearon ‘Crisis en Tierras Infinitas’ para festejar el 50º aniversario de DC Comics. La editorial no es que estuviese en su mejor momento y necesitaba un cambio, una vuelta de tuerca que renovase su producto. El resultado de esta Crisis tuvo como consecuencia ese objetivo, que si bien en un principio no surtió todo el efecto deseado, pues en las series regulares los autores no supieron encauzar acertadamente los cambios, la evolución ya se estaba gestando.

‘Crisis en Tierras Infinitas’ es una serie de 12 números que ahora ECC Ediciones aúna en un volumen en formato cartoné de 368 páginas a todo color. En él se recogerá la historia principal, sin los tie-ins que, aunque pueden resultar interesantes de leer, no son del todo necesarios. No obstante, esta falta a nivel de historia, los buenos de ECC lo suplen con una buena dosis de material extra a modo de bocetos, biografías de personajes, unas palabras finales de Dick Giordano y la introducción de Marv Wolfman.

Pero adentrémonos en materia…

¡Mundos vivirán, mundos morirán y el Universo DC no volverá́ a ser el mismo! Una oleada de antimateria está arrasando el multiverso, y solo el misterioso Monitor parece conocer la causa y, lo que es más importante, la solución: reclutar a los héroes más poderosos de todas las tierras para hacer frente al enemigo más peligroso que jamás hayan conocido. ¿Bastará el empeño de Superman, el Capitán Marvel, Flash, Supergirl, los Nuevos Titanes y compañía para evitar la destrucción de los pocos mundos que quedan en pie?

Con esta breve sinopsis nos presentan el volumen que tenemos entre manos, una pequeña muestra de lo que está por acontecer. Para aquellos que no tengan ni idea de lo que demontres es el multiverso, tenemos que dirigirnos algunos años atrás, concretamente al número 123 de Flash publicado en 1961. Este cómic cuenta la historia “El Flash de dos mundos”, donde se gesta el concepto de multiverso al mostrarnos al Flash de mallas rojas, Barry Allen, viajando al mundo de su predecesor, Jay Garrick. Con este viaje se explica que existen varias versiones de la Tierra, y con ella, distintos universos que la acompañan. Así, en un principio, tendríamos a Barry Allen perteneciendo a Tierra-1 (que sería la Tierra principal) y a Jay Garrick perteneciendo a Tierra-2 (la cual podríamos enmarcar como la Tierra donde habitan los héroes clásicos, los viejunos de antaño).


En definitiva, un movidón del quince. Más de uno querrá saber que se meterían los guionistas de la época para sacar semejantes teorías pseudocientíficas y montar tales historias, pero mejor no entrar en el oscurantismo de la ciencia ficción.

El caso es que este hecho derivó después en la creación de otras Tierras, lo que llevó también a ‘Crisis en Tierras Múltiples’. Entre las Tierras que podemos descubrir, nos encontramos con Tierra-3, donde habita el Sindicato del Crimen, un oscuro reflejo de la Liga de la Justicia; Tierra Prima, que alberga a los héroes Ultra y Superboy Prime, o algunas Tierras que acogen a héroes de editoriales que fueron cerradas como Quality Comics o Fawcett Comics.

Puestos (brevemente) en materia, adentrémonos en el meollo de la cuestión. La historia comienza con el fin de todo lo conocido, la destrucción de Tierra-3, hogar del Sindicato del Crimen. Sus villanos, oscuro reflejo de los héroes de la Liga de la Justicia, tratan de salvar su propia vida así como la del planeta que habitan. Cualquier intento por conseguirlo es en vano, fallando tanto ellos, villanos de este universo, como su héroe, Lex Luthor, quien en un último intento por salvar a alguien lanza a su hijo recién nacido a través del velo que separa los universos (recordando claramente el origen de Superman).

Mientras la ola de antimateria lo consume todo, conoceremos también a Pariah, un mártir que parece tener el terrible destino de contemplar la destrucción de todas y cada una de las Tierras. Llegados a este punto, el interés del lector es mayúsculo. Hemos de tener en cuenta el tiempo en el que se creó el cómic, por lo que la narración y algunas de las expresiones utilizadas pueden chirriar o incluso tornarse densas, suponiendo una lectura pesada en algunos tramos del volumen. No obstante, el suspense es algo que Wolfman dirige a la perfección y queremos saber más y más con cada página que pasamos.

Con la primera destrucción nos disponemos a conocer a aquellos que orquestarán la defensa del multiverso: el Monitor y Lyla, quienes comenzarán a reunir un grupo de héroes y villanos, mayormente de segunda fila, poco conocidos salvo para los más entendidos lectores en Universo DC, que con su alianza son la única esperanza para toda la existencia.

Semejante reunión de personajes llega a convertirse en algo caótico, agobiante incluso, pero que sin embargo en algunos puntos de la historia (por desgracia más avanzados, sobre la mitad del volumen aproximadamente), comienzan a generar acontecimientos impactantes a la par que desgarradores.

Como toda historia de superhéroes que se precie, debe haber un villano. En este caso no iba a ser menos, teniendo al Anti-Monitor, un ser de pura maldad que vive en el universo de antimateria y se alimenta del resto de universos. Su fin, destruirlo todo para ser el todo. Algo sencillo, un pretexto totalmente válido para seres de esta índole, por el cual resquebrajará los cimientos del multiverso para dirigirlo a su inevitable destrucción.

Con estas piezas en el tablero, la historia irá mejorando por momentos. Hay que tener un poco de paciencia, como con el cine clásico, pero en los 12 números que componen el volumen tendremos la oportunidad de disfrutar de auténticas joyas dentro del género superheróico. Momentos tan dramáticos como los que ya podemos ver en la portada del cómic, los acontecimientos protagonizados por Flash o las consecuencias finales de los cambios en el multiverso.

Respecto al dibujo, George Pérez, quien también participa en el guion de la obra, nos ofrece un dibujo clásico y purista del mundo de los superhéroes. Un arte que nos transporta al pasado y resuelve la historia creada con claridad, además de plasmar las macro viñetas con superpoblación de héroes de manera extraordinaria así como unos cuidados escenarios. Un componente más para el clásico que lejos de desvirtuar la obra no hace más que ensalzarla.

En definitiva, un clásico que todo coleccionista de cómics debería tener en sus estanterías. Uno de esos volúmenes que han marcado historia y que aún se recuerda con emoción, además de poder disfrutarse tanto o más que algunas de las mejores historias creadas actualmente. Sin duda, una Crisis a la que debe dársele una oportunidad y, si eres fan de las historias de Universo DC, un modo de conocer mejor los orígenes de los grandes eventos que sacuden la editorial desde entonces.