Manga: reseña de "I am a Hero" vol. #13 [Norma Editorial].

Junto a las novedades de junio 2015 de Norma Editorial  - a la venta el pasado 22 de mayo - nos llegaba el volumen #13 de "I am a Hero" (アイアムアヒーロー), una saga de terror obra de Kengo Hanazawa que no ha dejado impasible a ningún lector hasta la fecha.

Norma continúa demostrando su indiscutible calidad presentándonos una edición exactamente igual a la japonesa con un volumen de 224 páginas en blanco y negro en una impecable rústica con solapas.
En sus páginas recoge los capítulos 144 a 155.

I Am a Hero (アイアムアヒーロー) es un manga de horror obra del ya mencionado Kengo Hanazawa (花沢 健吾) que se publica en la revista Big Comic Spirits de Shōgakukan. desde agosto de 2009.
Hasta la fecha ha sido recopilado en 17 volúmenes. Actualmente además se ha anunciado una adaptación live-action.
Tras la impactante la historia de Takashi Izaki y el equipo de Kurusu que hemos disfrutado hasta el volumen 12, la acción nos traslada a una ciudad belga víctima de los ZQN. Allí, un varón joven llamado Jan despierta sin ser capaz de recordar nada de su vida, deambulando entre los ZQN e incluso cruzándose con algún horrendo monstruo que dista mucho de ser humano.

Y aun más, podemos apreciar una gigantesca sombra, un monstruo informe desconocido hasta ahora. ¿Qué es esa bestia que vió en las calles?
¿Qué es lo que está viendo este hombre antes de caer?

Lo que está claro tras este capítulo y el anterior que el autor nos mostró sobre Taipei, es que la totalidad del globo ha caído víctima de esta terrible plaga.

Tras esta pausa, la acción regresa a Japón, dónde el protagonismo vuelve a estar en manos de nuestro "heroe", Hideo Suzuki. Tras haber pasado un tiempo tras la extraer el clavo de la cabeza a Hiromi, esta se despierta, encontrándose perfectamente ante los estupefactos Hideo y Oda, como si jamás hubiera estado infecta del síndrome ZQN.

Ahora, con los tres juntos, vuelven a retomar el camino hacia Tokio planteándose la posibilidad de que Hiromi sea la única persona que ha podido recuperarse de la infección.

Ante dicha posibilidad, Oda propone llevar a a algún centro donde puedan comprobar si en ella hay algún secreto para una posible cura de la plaga que azota el mundo.

Pero antes de este destino, nuestros protagonistas han de enfrentarse a otras dificultades, como el hecho de que solo queden nueve cartuchos de escopeta.
Para reabastecerse, Hideo propone visitar Hakone-Yumoto para visitar una armería y volver a equiparse, oportunidad que las dos muchachas deciden aprovechar para visitar un onsen y depilarse.
Un pequeño acto de banalidad que aun les permite ser humanas.

El camino a Hakone sin embargo planteará una serie de nuevos temas, como la nueva relación que parece haber nacido entre Hideo y Oda, o la extraña semi-incosciencia que describe haber vivido Hiromi durante su periodo infectada.

Con estas y más situaciones, Hanazawa continúa desarrollando esta magnífica lucha por la supervivencia, mostrando una serie de nuevos aspectos de la infección ZQN.

Un nuevo giro de tuerca a una plaga zombie que cada vez nos deja más intrigados, sobretodo tras los sucesos acontecidos con Kurusu en el anterior volumen, que ahora nos dejan con respuestas que aportan nuevas preguntas.

Todo por supuesto a lo largo de unas viñetas que parecen escapadas de una película, y que transmiten continuamente este terrible ambiente del fin del mundo según su enturbiada mente.