Cómic: Reseña de "Freaks' Squeele: Rojo vol #3 - Qué será, será", de Florent Maudoux y Sourya [Dibbuks].
El pasado mes de junio era publicado el séptimo y último volumen de la celebrada FREAKS' SQUEELE, obra principal y central de la popular franquicia salida de la prodigiosa mente de Florent Maudoux, ofreciendo un cierre a la misma y dejándonos con un vacío de espíritu y unas ansias que solo otra dosis de la saga son capaces de saciar.
Por suerte para todos, este mes de octubre la editorial Dibbuks nos brindaba el tercer volumen del spinoff precuela ROJO, una alegría y una nueva nota de tristeza ya que con esta entrega la colección protagonizada por Xiong Mao llega también al final de su recorrido.
Pero no os pongáis tristes, la irreverente a la vez que memorable saga de Maudoux no para y el universo FREAKS' SQUEELE continúa creciendo sin parar en tierras francesas, contando ya con los spinoff FUNERAL, precuela en enfocada en los gemelos Funeral y Scipio (dos volúmenes de siete publicados en España) y MASIKO, que recopila lo mostrado sobre dicho personaje en la otra colección de Madoux, Doggy Bags (dos columenes publicados en España)... pequeñas muestras de lo que está por venir.
El tercer volumen de ROJO (Rouge) nos llega bajo el subtítulo de Que será, será (Que sera, sera también en su versión original francesa), en un formato rústica de 19,5 x 27,5 cm que incluye en su interior 112 páginas a color de forma idéntica a su original de Ankama Éditions (Francia), incluyendo a su final tanto un lacrimógeno epílogo como una serie de extras que harán las delicias de los fans.
Finalmente Masiko, la madre biológica de Xiong Mao, sale a la luz dispuesta a proteger la vida de su hija al hacerse partícipe del torneo de lucha / trampa que le han dispuesto todo el club de mujeres resentidas que le guardan rencor, lideradas por supuesto por la propia madrastra de Xiong Mao - apodada la duquesa.
Frente a ella aparecen todo tipo de rivales para hacerle frente en duelo noche tras noche, permitiéndole obtener el arma de aquellas a las que derrote para así poder hacer frente a la siguiente: una suerte de infernal survival mode destinado a agotarla y así lograr terminar con su vida sin que las leyes de las triadas se les puedan echar encima.
Mientras tanto y sin haber podido llegar a ver a conocer a su madre debido al encierro de la misma, nuestra protagonista se encuentra totalmente sumergida en la recién conocida habilidad de la forja, con la intención de lograr reparar las armas de Masiko y así hacer brillar un poco más la esperanza.
Sin embargo, las intenciones de Xiong Mao y el camino a través de los combates no será nada prometedor, aún contando con la ayuda de sus amigos Fei Long, Selena y Ainhoa: la duquesa tiene su propia agenda para hacer caer a su némesis incluso más allá de la terrible arena de pesadilla, enviando en secreto incluso a su hija Wang Mu para poder quitar de enmedio a la madre y la hija de su marido que tantos dolores de cabeza le han dado hasta ahora...
Bajo este planteamiento que pone bajo presión de venganza rival a todas nuestras protagonistas, nos encontramos ante la última entrega de ROJO, un volumen que sirve como desenlace a todo lo planteado hasta ahora con una soltura que deja una vez patente la indudable maestría de Florent Madoux para orquestar tramas inolvidables.
Por un lado, nos encontramos ante la definitiva salida a la luz de Masiko, que finalmente parece dispuesta a aceptar su puesto como madre, poniéndose a la cabeza de una conclusión que deja a Kill Bill en pañales y gracias a la que la veremos en toda su salsa, desatando sus habilidades asesinas a lo largo de unos combates capaces de quitar el hipo. Y es que no todos los días podemos ver una escena en la que un palillo se convierte en un arma letal, tal y como vemos en las imágenes teaser que os mostramos a lo largo de esta reseña.
Unos combates que no solo rememoran todos esos films de acción de la década de los 90, si no que provoca que aún amemos más a esta mortal madre coraje y que demuestra el alto dominio en el arte secuencial del que es capaz el joven Sourya, a quién hemos visto evolucionar viñeta a viñeta desde el primer volumen, logrando que su grafismo sea cada vez más impactante para los lectores.
Por otro lado tenemos a nuestra protagonista, causa y solución de toda esta historia. Xiong Mao dio su inicio como un personaje rebelde y a medio formar que paulatinamente ha ido encontrando su camino a través de las páginas de ROJO, por un lado endureciendo su carácter, por otro comenzando a vislumbrar un futuro (que conocemos de sobra los que leemos la saga principal) y finalmente dejándose moldear por sus seres queridos hasta convertirse en este tomo en el Pequeño Panda que conocemos y amamos.
Junto a ellas dos hemos conocido a todo un registro de secundarios dignos de mención entre los que sin lugar a dudas brilla con intensidad la joven Selena. La compañera de Xiong Mao quién sentía por ella más que simple amistad se ha hecho un hueco en nuestros corazones a lo largo de los anteriores volúmenes y en Qué será, será no solo se convierte en una pieza clave para el sorprendente e impactante desenlace que nos ha preparado Madoux, si no que logrará conmover nuestro corazón e incluso derramar alguna lágrima. Algo que le ha sucedido a un servidor.
Sin duda un final a la altura de Freaks' Squeele, repleto de épica, buen humor, guiños otakus y sentimiento. Un sentimiento que solo puede surgir de una obra realizada con amor y cariño, tanto por sus personajes como para los lectores que la llegarán a disfrutar.
Vuelve pronto. Te añoraremos, Pequeño Panda.
Florent Maudoux (1979) ha estudiado dibujos animados en la Escuela de los Gobelins en París. Es aficionado a las películas de Hong Kong y sus influencias vienen de los mangas, el arte clásico italiano y hasta de los ilustradores ingleses del siglo XIX. Tiene experiencia como animador y autor de storyboards en el ámbito de los videojuegos (Eden Games) así como ilustrador y creador de figurillas (Rackham), lo que le permite desarrollar sus habilidades en perfectas puestas en escena, el sentido del detalle y en ampliar su paleta de colores de manera magistral. Hoy en día pone todo su arte al servicio del cómic, que sea en el compendio Doggybags (Ankama) o las series Freaks' Squeele o sus spin-off Rouge y Funeral.
Sourya creció en Laos hasta los quince, antes de empezar en Francia unos estudios de animación. Estuvo primero en el Instituto de Artes Aplicadas de París antes de trasladarse a Angoulême, e incorporar la Escuela de Oficios del Cinema de Animación, donde ha aprendido las bases delStorytelling y de la puesta en escena.
Después de terminar los estudios, entra en La residencia de los autores de Angoulême, para trabajar en un cortometraje. Pero a esta misma época, Florent Maudoux le contacta para trabajar en un spin-off de Freaks' Squeele.
Después de terminar la residencia, Sourya se muda a Lyon, donde vive Florent, el guionista de este spin-off, para dedicarse a la trilogía: Rojo.