Han pasado algunos meses, pero no podíamos dejarnos esto en el tintero. Con motivo de la publicación de Camisa de Fuerza (Dibbuks), pudimos encontrarnos con su guionista, El Torres, en la pasada edición del Salón del Cómic de Barcelona. Si no te suena su nombre, ya estás tardando en revisar su biografía, porque hablamos de uno de los guionistas nacionales que más éxito está cosechando fuera de nuestras fronteras. Con obras como El Velo y Roman Rituals a sus espaldas, RTVE le bautizó como “el único guionista español que ha triunfado en el mercado americano”. Así que no podemos evitar preguntarle sobre ello.
- Durante una charla que dio Zidrou en Barcelona, salió el tema de que los pocos guionistas que exporta España en comparación con la cantidad de dibujantes. ¿Qué te parece?
- Venderte como guionista es difícil aquí y en todas partes. El dibujante puede sorprender con lo bueno que es. Llega, le enseña las páginas y el editor sólo necesita un momento para convencerse de que es bueno. Un guionista no. Tiene que coger al editor, convencerle de que es bueno y luego decirle “tengo una idea que es estupenda…”Y lo mismo eres genial escribiéndola pero fatal explicándola.
Siempre que me llegan chavales nuevos con ganas de ser guionistas les explico que el cómic es muy visual. Y normalmente el editor no tiene tiempo de escucharte o leer tu guion, por lo que siempre tienes que ir de la mano de un dibujante. Siempre tienes que dar un factor visual. Este es un hándicap que tenemos todos los guionistas, ahora imagínate que quieres meterte en un mercado foráneo.
De todas formas, tampoco me gusta la expresión exportar… parece que haya alguien detrás que promueve que haya eso y sólo es que todo el mundo está buscando las habichuelas por iniciativa propia.
En el mercado franco belga es relativamente más fácil entrar porque está más cerca, y porque afecta mucho más el enfoque editorial: vas con tu dibujante, les enseñas tus páginas y para dentro. Los mercados americanos son distintos.
El mercado americano del mainstream [Nota: las grandes editoriales como Marvel y DC, principalmente en sus líneas de superhéroes] es una labor de producción tan inmensa que no tienen tiempo de pararse a ver si eres buen guionista o no. Lo repescan ya de otras publicaciones o ya han publicado en pequeñas independientes. En las independientes no hay realmente ningún problema. Han publicado autores no anglosajones, pero las mainstream tienen ese miedo enorme de que no pillemos las sutilezas del idioma.
No, no tienen tiempo para experimentos. La máquina tiene que continuar.
Creo que las editoriales españolas deberían tratar de tener más material propio y tratar de venderlo en todos los mercados de fueras. Que no sea una iniciativa de los autores, que muchas veces es así. Dicen que soy muy exagerado porque soy Andaluz, pero creo que tenemos los mejores autores del mundo, tanto por cantidad como por calidad. Si preguntas quienes son los mejores autores de Francia, muchos de los clásicos son españoles: Canales y Guarnido, Munuera… O en estados unidos: Pacheco, Aja… Realmente tenemos un contingente de autores impresionante. Que sí, que no podrían vivir con lo que ganasen aquí. Es lo paradójico de este país, que tenemos una grandísima materia prima, pero luego la gente no lee y no hay donde desembocar ese talento.
- Al final las editoriales son más distribuidoras que otra cosa.
- Ahí está el problema. Que al final comprar los derechos cuesta mil y pico de euros en royalties y tal… mucho menos que un material propio. Deberían hacer cosas como, por ejemplo, lo que ha hecho Dibbuks [refiriéndose a Los Fantasmas de Gaudí], una labor de encargo que en última instancia pertenece a los autores, pero que la editorial, como promotor, ha hecho el movimiento. Luego, ¿qué ocurre? Pues que la editorial puede venderlo fuera.
Esa idea del conquistador que llega y planta su bandera, esa idea es muy romántica pero no se ajusta a la realidad.
Si realmente queremos la conquista de los mercados no podemos ir en plan lobo solitario. Un autor sólo quizá lo consigue y vienen otros detrás… Haría falta, no ya apoyo institucional que eso ya es una utopía, pero las editoriales deberían ser las que deberían dar un empuje.
- Cambiemos un poco de tema. Desde Bribones hasta El Velo, nos encanta la variedad en lo que haces. Me pregunto, ¿de dónde sale tanta inspiración?
Todos tenemos ideas. De cualquier cosa puede surgir la chispa, pero claro luego que tienes que convertir ese germen en una narrativa y luego convertir eso en un tebeo. Mis comics tienen más puntos en común de lo que parece. Por ejemplo, el hecho de que todo sean historias cerradas, que cualquiera puede cogerlo sin haber leído lo interior. Quiero hacer tebeo que puedan leer aficionados o no. No hay nada que me guste más que alguien que viene al Salon acompañando a los niños, que le recomienden algo… y al año siguiente vuelva pidiendo más. Esa es la mejor recompensa.
Están los comics de terror, digamos serios. Con métaforas, un subgénero del terror, la idea que me gusta de algo al otro lado. Y luego está la parte guasona, como Bribones o Nancy in Hell. Pero al final con lo que te lo pasas mejor es haciendo un Bribones y tal, aunque los otros como han costado tanto se guardan un sitio en tu corazoncito. Si yo hiciera sólo bribones me lo pasaría muy bien siempre, pero supongo que me aburriría.
- Cada historia también cuenta con un dibujo que ayuda a darle personalidad. ¿Cuentas con el dibujante durante todo el proceso, o lo elijes según la historia?
-Depende… Roman rituals por ejemplo surgió en la playa, con Diego Galindo un verano. Nos estábamos bañando y no sé porque surgió la idea entre cervezas. A veces surge la idea y puedes elegir el dibujante… Con Camisa de Fuerza Guillermo fue el que se me acercó. Yo tenía la idea rondando, pero no lo tenía tan masticado. Pero cuando vi su dibujo, la historia se cerró. Supongo que al final sí que me adapto al dibujante.
Luego está Bribones, que realmente es trabajar con los que puedo. Cada arco lo hace alguien diferente.
- Sobre Bribones, cuando lo leo me recuerda a una partida de Rol.
Ahí está. Hay una base de partida de rol. Yo he sido muy rolero siempre. Pero he intentado escribirlo de manera que cualquier persona pueda acercarse. Contar algo que a los que hayan jugado les ha pasado mil veces, pero que no sea demasiado metareferencial, demasiado privado. Entonces los jugadores se ríen porque sabe de qué va y los demás porque, al final, es un buen chiste. Ahí está el truco de Bribones.
-¿Hay alguna receta más para conseguir una buena obra?
La primera regla: El lector es igual o más inteligente que tú. No lo tomes por tonto. Él siempre se va adelantar. Si cuentas un cliché, que el lector sepa que lo es y uso su conocimiento en su contra. Por ejemplo, en una página ves un caballero tipo paladín con su lanza y su armadura y la chica pidiendo ayuda… lo clásico vamos…. Y al volver la página resulta que el que pide ayuda es el dragón que está hecho un asco porque ella es una bestia parda. Aquí hemos usado un cliché y le hemos dado un giro…pero el lector ya se había adelantado al cliché y luego se ríe pensando “me ha gustado que el autor haya pensado como yo”. Así que esa es
Segundo, no hay que sobre explicar las cosas. Sobre todo en el campo de la fantasía, si te lo tomas muy enserio y escribes una historia de fantasía épica tipo Conan, con mucho sufrimiento y espada, que sepas que tu lector y tú estáis en la misma sintonía. Si tratas de explicarle porque tus personas son muy épicos y tal, lo más probable es que se aburra. Tienes que pensar que ambos jugáis en el mismo terreno. Lo mismo cuando cuentas una historia de terror. Un comic no asusta, no sale de golpe y grita. Lo que tú no muestras, el lector lo añade.
- Otra de nuestras historias favoritas es Nancy In Hell.
Con Nancy hicimos una historia para un poco satírica para una revista de terror que había. La publicación cerró antes de que se publicara, pero la pudimos rescatar.
Con Nancy hay gente que se mosquea con la ropa de Nancy, que si es muy machista… Pero siento que lo tomen así, y les invito a leer el comic. Una vez que lo hacen ya pillan el chiste. También lo gracioso es que Nancy tiene más lectoras que lectores, aunque parezca mentira.
Vamos a coger y a hacer otra serie nueva de Nancy, una precuela. Una serie que tiene lugar entre ese lapso en el que muere y se encuentra con Lucifer y pasarán un montón de cosas que no puedo contar ahora.
- Ahora, hablemos de Camisa de Fuerza, que es el estreno de este año. La verdad es que nos encantó (podéis leer aquí nuestra reseña) y vemos que con Camisa de Fuerza has expandido el universo que empezó con El Velo, ¿Tendremos algo más?
Bueno, tanto como universo… Es un chiste en realidad. Cuando la gente habla de “el caso Luna”, bueno, ¿para qué inventar un caso cuando ya has publicado uno? Me hace gracia que la gente creo que todos los personajes habitan en un mismo universo. También hay otros guiños como que el agente del FBI de la última parte es el compañero del agente de Tambores.
Hay un cómic que estoy trabajando con Joan Marín y espero acabar si tengo tiempo que se llama “el Mapa del miedo”. Es una historia suelta, en el que tienen un programa de radio (aunque igual al final son youtubers) que es sobre sucesos paranormales y hablarán de qué ocurrió en el Vaticano en el 2014, por ejemplo. Es un McGuffin, pero servirá de cohesionador aunque al final la historia sea completamente distinta.
-Nos ha impactado la fuerza de la elección de arte de Camisa de Fuerza, el monocromo con rojos da un aire especial al cómic.
-Al principio íbamos a decantarnos por un estilo más parecido a El Velo, más difuso… Sin embargo el uso del rojo cuando se ve la locura de la gente, el otro lado… Eso es la repanocha. También el ritmo que le da Guillermo es más trepidante, la sucesión de viñetas lo hacen algo único.
- Como hemos comentado antes, el ritmo de Camisa de Fuerza nos encanta, es muy cinematográfico. ¿Te gustaría verlo en pantalla?
Yo siempre he sido muy fan de Romasanta de Paco Plaza, por lo que cuando me lo encontré un día y dijo que le habían gustado mis tebeos, pensé que aquello acabaría muy mal… Hace poco presento el proyecto de Roman Rituals para Netflix, pero no cuajó, aunque quizá tenga vida por otra parte. Otro que le gustó es precisamente Camisa de Fuerza, que sería dentro de lo que cuesta hacer una película la menos difícil, aunque que es algo que se me escapa. Es un entorno cerrado, requiere de un CGI no demasiado caro…No es demasiado complicado de adaptar. De todas formas yo todas estas historias las enfrento como tebeos que empiezan y terminan. Si sale un Camisa de Fuerza 2 me acercare a ella como un tebeo completamente nuevo. No le pondría Camisa de Fuerza 2, aunque todos sabríamos que es la continuación.
El problema para la segunda parte es que será difícil repetir con Guillermo. Marvel lo tiene ahí pillado y tiene una carrera increíble por delante. Siempre me pasa esto, hago un texto y se me van todos (risas)
- ¿Y tú? ¿Te verías reconvertido en guionista de televisión?
- Bueno, ahora estoy trabajando en un proyecto que dará que hablar, aunque de momento no os puedo decir mucho. Pero me he dado cuenta de que el mundo audovisual es mucho más fácil que el tebeo. Tardo muchísimo menos, unos dos días en escribir un guión aunque luego haya que revisarlo. Pero por ejemplo, en otro proyecto de cómic en el que estoy trabajando voy a llegar ya al año.
Es mucho más fluido, no necesita tanta descripción, tanta documentación. El dibujante y el guionista equivalemos a un equipo de cientos en un proyecto audiovisual.
- Y una última pregunta para acabar: ¿ Raúl Cimas?
Nos conocimos en Málaga. Se llevó mis tebeos, se los leyó… y a partir de ahí empezamos a ser colega. Me dijo que le sacara en alguno, pero el se pensaba que serían unas cuantas viñetas ¡Pero es el malo! Hay gente que dice que le saca fuera de la historia, porque le tenemos asimilado en otro contexto, pero, seamos sinceros, está orientado a un público americano. Aquí nos puede hacer gracia, pero allí no tienen ni idea de quién es Raúl Cimas.