Este pasado mes de noviembre Planeta Cómic lanzaba una nueva entrega del que sin duda es el manga shonen más aclamado del momento: El octavo tomo de My Hero Academia / Boku no Hero Academia (僕のヒーローアカデミア), obra original de Kōhei Horikoshi, un volumen en que podemos ver como la trama supera en sus últimas páginas a lo ofrecido por su reciente segunda temporada anime.
Kōhei Horikoshi comenzó a publicar su manga en julio de 2014 y su primer tomo recopilatorio quedó entre los 10 más vendidos de la semana en su primera semana. Actualmente ya cuenta con doce tomos recopilatorios, así que solo nos cabe esperar que durante una temporada la regularidad en España sea mensual (o casi) hasta alcanzar el ritmo japonés.
Recordemos que la primera temporada de anime estuvo realizada por estudio BONES y se estrenó el 3 de abril de 2016, siendo el shonen que ha recibido un anime con menos tomos publicados. La segunda temporada se estrenaba este pasado 25 de marzo y contará con un total de 25 episodios.
Como es habitual y antes de pasar al análisis del presente tomo, veamos un poco en retrospectiva de que va este popular shonen destinado a la grandeza.
Todo da inicio tras el nacimiento de un niño en china que posee habilidades extraordinarias; un salto evolutivo que precede el nacimiento de toda una nueva generación de personas con poderes que cambiará el mundo.
Décadas más tarde, la inmensa mayoría de la población posee estos poderes, y los mejores son entrenados para optimizarlos y ejercer como superhéroes.
Pero en una sociedad en la que tener poderes especiales es lo normal, nace Izuku Midoriya; un muchacho que, a pesar de soñar con ser un héroe y defender al prójimo, no posee ninguna habilidad. Midoriya pasa el resto de su infancia e inicio de su adolescencia soñando con el milagro de que, algún día, sus poderes despertarán. Un sueño angustioso que le acompaña mientras con esperanza aguarda a su ingresión en la U.A., la mejor academia para héroes existente, y estudia a todos los héroes al dedillo.
Un día el destino quiere que su camino se cruce con el de All Might, el héroes más grande de todos. Un encuentro profetizado que hace que nuestro protagonista descubra su secreto; All Might se encuentra en las últimas y busca un sucesor al que transferirle sus poderes: El One For All.
Tras descubrir el noble corazón de Midoriya y a pesar de sus deficiencias, All Might decide que no puede haber un sucesor mejor, y decide entrenar al joven para que herede sus poderes. Sin embargo, un poder tan abrumador pasa factura en un cuerpo que no se encuentre preparado, y el joven héroe aun es incapaz de usarlo sin destruir un severo castigo en su cuerpo...
En este tomo da inicio con la continuación de los exámenes prácticos de los alumnos de primero de la U.A., los cuales como recordaréis en esta ocasión se trata de combates en parejas de alumnos contra profesores: héroes profesionales de verdad a los que tendrán que superar para lograr pasar esta dura prueba; un aprobado que además les otorgará la oportunidad de disfrutar del ansiado campamento de verano.
En primera instancia encontramos a Midoriya haciendo una extraña pareja con Bakugo; dos héroes con poderes destructivos de primer orden a quienes han puesto en una imposible prueba contra el héroe más grande de todos; el mismísimo All Might. Un duro combate en el que ya vimos llegar a ambos al límite en las páginas finales del séptimo tomo y en el que ahora los vemos abocarse a la desesperación misma.
Cualquier ataque, cualquier estrategia, se ve totalmente aplastada por las inhumanas habilidades de All Might, quién aun con sus poderes parcialmente suprimidos se muestra como un rival imbatible, un dios entre los hombres frente al que lo que ellos pueden hacer surte prácticamente ningún efecto. ¿Cómo derrotar al mejor héroe de todos? ¿Como conseguir superar a la inspiración heroica de toda una generación?
Dejando de lado lo que sucede en el enfrentamiento como tal, hay que destacar el protagonismo que logra tener en esta parte Momo Yaoyorozu, al centrarse la trama más en sus preocupaciones e inseguridades, fruto de los últimos sucesos vividos.
Por supuesto, también tenemos a la popular Froggy haciendo dueto con Tokoyami para hacer frente a Ectoplasm, así como a nuestra querida Ochaco Uraraka, quién haciendo pareja con Aoyama no solo se enfrentará a la dura prueba de derrotar a un profesor, si no que además su compañero le plantea algo mucho más impactante para ella... ¿Le gusta Isuzu Midoriya...?
Y es que, mientras nuestros amigos tienen sus exámenes, la Liga de Villanos se enfrenta sus propios problemas cuando comienzan a llegar nuevos miembros, todos ellos inspirados por lo sucedido por Stain el Matahéroes y sus ideales. Totalmente contrario a esto, Tomura Shigaraki se encuentra en una situación en la que debe cambiar para poder perseguir sus objetivos...
Unas conclusiones a las que solo podrá llegar en una conversación cara a cara con nuestro protagonista.
En este volumen además encontramos algunos huevos de pascua adicionales, básicamente protagonizados por el salidorro de Mineta y sus vicisitudes, situaciones graciosas, aunque el personaje ya empieza ha hacerse algo cansino a estas alturas.
Todo esto en una edición totalmente idéntica a la del tankoubon japonés por parte de Planeta Cómic, en un precioso rústica con sobrecubierta en un formato de 11,1 x 17,7 centímetros de lo más colorido, e cuyo interior encontramos las habituales 192 páginas en blanco y negro.
Y esto es todo por hoy...
¡En breve regresamos con el tomo 9!
PLUS ULTRA!!!