Con motivo del pasado Salón del Manga de Barcelona, Norma Editorial nos maravillaba con una nueva licencia seinen repleta de crueldad que, desde luego, no está destinada a mentes sensibles: Fire Punch.
Obra de de Tatsuki Fujimoto, Fire Punch (ファイアパンチ) comenzó su serialización de forma online en la Shonen Jump+ de Shueisha el 18 de abril de 2016, llegando a su final este 1 de enero de 2018.
Norma Editorial nos lo trae en formato físico, en los clásicos rústica con solapa / tankoubon de 11,5 x 17,5 centímetros, en cuyo interior encontramos en este primer volumen un total de 208 páginas en blanco y negro.
Para aquellos ansiosos, Norma Editorial nos ofrecía también una pequeña preview para que podáis ojear el manga antes de lanzaros de cabeza a su adquisición.
El hombre que ardía eternamente.
Si algo me ha quedado claro tras leer este primer tomo, es que nadie sabe en lo que se está metiendo cuando se dispone a leerlo sin haber sido puesto sobre aviso. Con un titulo como este y una portada llena de llamas, un lector despitado puede pensar que se encuentra ante el shonen de turno o un One Punch Man un poco más fogoso.
Nada más lejos de la idea de Fire Punch. Nos hallamos ante uno de esos seinen en los que el autor no se ha cortado un pelo, uno de esos repletos de todo lo moralmente incorrecto y lo brutal, como podríamos encontrar en obras como Berserk.
Ya que seinen es una descripción muy genérica y antes de seguir avanzando, vamos a resumir rápidamente la inmensa bestialidad del contenido que nos vamos a encontrar en este manga:
- Extrema violencia
- Mutilación
- Canibalismo
- Casi-incesto
- Violación de adultos y pequeños
- Esclavitud
- Ingestión de orina
- Casi-zoofilia
Y esto solo en el primer volumen, así que a ver cuantos "casi" pasan a cumplirse. Luego no digáis que no estabais advertidos.
Dicho esto, pongámonos en situación.
Nos encontramos ante un futuro distópico originado tras la aparición de los bendecidos, seres humanos con poderes de nacimiento entre los que se encontraba una mujer que terminó siendo conocida como La bruja del hielo, cuyos poderes sepultaron al mundo en nieve, originando un desastre de proporciones catastróficas que resultaron en odio, miedo, locura y hambre.
Nuestros protagonistas son dos hermanos llamados Agni y Luna, quienes nacieron con el poder de la regeneración absoluta; una habilidad mucho más presente en Agni que en su hermana pequeña.
Aprovechando esta habilidad, Agni se corta sistemáticamente los brazos (que vuelven a crecer en instantes) para poder proveerse de alimento tanto ellos como el pueblo que les da cobijo.
Por desgracia para ellos, un día unos militares llegan al pueblo en busca de víveres, combustible y reclutas para derrotar a la Bruja de Hielo. Su líder, Doma, al descubrir que el pueblo sobrevive comiendo carne humana, decide poner fin a dicha atrocidad, castigándoles con su poder de bendecido: Un fuego que no se extingue hasta haber consumido por completo lo que arde.
Todo queda calcinado con una excepción: Agni y Luna, cuyos cadáveres se regeneran continuamente y, por lo tanto, las llamas nunca se detienen. Hundido en un universo de dolor y abandonado en la tundra, Agni ve como con el tiempo la habilidad de regeneración de su hermana termina siendo derrotada por las llamas.
Dispuesto a venga a su hermana, Agni continúa sobreviviendo, regenerandose continuamente mientras las llamas intentan devorarle durante años, hasta que finalmente, su cuerpo es capaz de caminar incluso bajo este continuo castigo.
Agni comienza así un camino de venganza que le lleva caminando a través de la nieve en busca del hombre que asesinó a su hermana, portando sobre su carne unas llamas que, de tocar algo, arden hasta consumirlo todo.
Obra de de Tatsuki Fujimoto, Fire Punch (ファイアパンチ) comenzó su serialización de forma online en la Shonen Jump+ de Shueisha el 18 de abril de 2016, llegando a su final este 1 de enero de 2018.
Norma Editorial nos lo trae en formato físico, en los clásicos rústica con solapa / tankoubon de 11,5 x 17,5 centímetros, en cuyo interior encontramos en este primer volumen un total de 208 páginas en blanco y negro.
Para aquellos ansiosos, Norma Editorial nos ofrecía también una pequeña preview para que podáis ojear el manga antes de lanzaros de cabeza a su adquisición.
El hombre que ardía eternamente.
Si algo me ha quedado claro tras leer este primer tomo, es que nadie sabe en lo que se está metiendo cuando se dispone a leerlo sin haber sido puesto sobre aviso. Con un titulo como este y una portada llena de llamas, un lector despitado puede pensar que se encuentra ante el shonen de turno o un One Punch Man un poco más fogoso.
Nada más lejos de la idea de Fire Punch. Nos hallamos ante uno de esos seinen en los que el autor no se ha cortado un pelo, uno de esos repletos de todo lo moralmente incorrecto y lo brutal, como podríamos encontrar en obras como Berserk.
Ya que seinen es una descripción muy genérica y antes de seguir avanzando, vamos a resumir rápidamente la inmensa bestialidad del contenido que nos vamos a encontrar en este manga:
- Extrema violencia
- Mutilación
- Canibalismo
- Casi-incesto
- Violación de adultos y pequeños
- Esclavitud
- Ingestión de orina
- Casi-zoofilia
Y esto solo en el primer volumen, así que a ver cuantos "casi" pasan a cumplirse. Luego no digáis que no estabais advertidos.
Dicho esto, pongámonos en situación.
Nos encontramos ante un futuro distópico originado tras la aparición de los bendecidos, seres humanos con poderes de nacimiento entre los que se encontraba una mujer que terminó siendo conocida como La bruja del hielo, cuyos poderes sepultaron al mundo en nieve, originando un desastre de proporciones catastróficas que resultaron en odio, miedo, locura y hambre.
Nuestros protagonistas son dos hermanos llamados Agni y Luna, quienes nacieron con el poder de la regeneración absoluta; una habilidad mucho más presente en Agni que en su hermana pequeña.
Aprovechando esta habilidad, Agni se corta sistemáticamente los brazos (que vuelven a crecer en instantes) para poder proveerse de alimento tanto ellos como el pueblo que les da cobijo.
Por desgracia para ellos, un día unos militares llegan al pueblo en busca de víveres, combustible y reclutas para derrotar a la Bruja de Hielo. Su líder, Doma, al descubrir que el pueblo sobrevive comiendo carne humana, decide poner fin a dicha atrocidad, castigándoles con su poder de bendecido: Un fuego que no se extingue hasta haber consumido por completo lo que arde.
Todo queda calcinado con una excepción: Agni y Luna, cuyos cadáveres se regeneran continuamente y, por lo tanto, las llamas nunca se detienen. Hundido en un universo de dolor y abandonado en la tundra, Agni ve como con el tiempo la habilidad de regeneración de su hermana termina siendo derrotada por las llamas.
Dispuesto a venga a su hermana, Agni continúa sobreviviendo, regenerandose continuamente mientras las llamas intentan devorarle durante años, hasta que finalmente, su cuerpo es capaz de caminar incluso bajo este continuo castigo.
Agni comienza así un camino de venganza que le lleva caminando a través de la nieve en busca del hombre que asesinó a su hermana, portando sobre su carne unas llamas que, de tocar algo, arden hasta consumirlo todo.
Bajo esta premisa y acompañado de un dibujo de trazo fino y bastante descriptivo, da inicio una historia de venganza en la que el inexistente status quo de la sociedad da manga ancha al autor para representar lo peor de la raza humana en las desviaciones y parafilias más rebuscadas y bizarras que se nos ocurran.
El resultado, es un manga cruento, salvaje y sin moral que nos lleva directos a una historia de venganza protagonizada por personajes torturados y rebuscados.
Vamos, lo que un buen consumidor de seinen del duro busca: visceras y violencia indiscriminada, salpicado por lo peor que la humanidad puede ofrecer en un futuro postapocalíptico.
Una fusión de Frozen con Hokuto no Ken que no va a dejar indiferente a ningún lector, para bien o para mal.