Este pasado mes de noviembre y como una de sus más llamativas novedades del XXIII Salón del Manga, ECC Ediciones lanzaba la primera entrega de la adaptación a manga de las novelas de fantasía oscura Overlord (オーバーロード), obra original de Kugane Maruyama, saga que se ha ganado una enorme popularidad gracias a la adaptación a anime de 13 episodios realizada por Madhouse en julio de 2015.
La colección ha seguido su curso hasta este mes con un total de cuatro entregas de las dieciocho que ya tiene en Japón la colección desde su publicación en noviembre de 2014 en las páginas de la revista Monthly Comp Ace de Kadokawa a cargo de Hugin Miyama.
La serie de novelas web comenzaron publicarse como una serie web de novelas en septiembre de 2010, pasando a publicarse físicamente bajo el sello Enterbrain en julio de 2012.
Por supuesto, ECC Ediciones nos trae esta adaptación a manga en una réplica exacta de la edición japonesa, un rústica con sobrecubierta formato tankoubon que oscila según la entrega entre las 150 y las 190 páginas en blanco y negro, con algunas incluidas a todo color.
OVERLORD
El DMMO-RPG Yggdrasil está viendo sus últimas horas. Momonga, líder del poderoso gremio de Ainz Ooal Gown, ha decidido permanecer hasta el cierre del servidor, aun a pesar que el resto de sus miembros ya se han marchado. Sin embargo, cuando el reloj marca la medianoche, Momonga no sale del juego como estaba previsto. En su lugar, cuando abre los ojos, se encuentra permanentemente dentro del cuerpo de su avatar, rodeado por los NPC de su clan, quienes ahora además parecen poseer autonomía, personalidad y la capacidad de hablar.
Pero las sorpresas solo han comenzado, y pronto Momonga se da cuenta de que la fortaleza de su gremio ya no se encuentra en el juego, si no en un mundo nuevo completamente desconocido. Esta situación que quizá podría confundir a otro no tiene efecto en Momonga; no tiene una familia ni un grupo de amigos al que regresar, por lo que el poder permanecer en su cuerpo de Liche y en un mundo en el que es importante y poderoso es bastante mejor que cualquier realidad que pudiese esperarle.
El manga de Overlord supone un comienzo algo refrescante en el panorama actual en el que las historias de gente atrapada en un MMO está a la orden del día y el Isekai es el género más trillado. Lejos de dejarnos con un protagonista que desea escapar de este mundo para poder regresar a su vida habitual de Hikikomori, Momonga es un guerrero, táctico y líder increíblemente poderoso y competente. Sin embargo, su destreza mágica no es lo que lo hace interesante como personaje, ya que en lugar de tener que "probar" su capacidad física, se esfuerza por representar el "papel" de Overlord y toda la responsabilidad, el prestigio y la expectativa que esto conlleva ante sus súbditos.
Momonga ahora tiene que interpretar literalmente al personaje que ha interpretado como un avatar durante años, haciendo honor a la reverencia divinaque los PNJ creados por su clan le profesan, creando un personaje interesante y dinámico, rompiendo con los clásicos del género.
Parte de esa sensación diferente es la melancolía que envuelve al inicio a la historia. En lugar de acción de alto octanaje o misterio, vemos a Momonga lidiando con la pérdida de sus amigos del gremio incluso cuando el juego que aparentemente había consumido su vida durante años está llegando a su fin.
El dibujo que nos proporciona Hugin Miyama logra retratar la sensación de vacío de Momonga bastante bien a lo largo de las primeras viñetas hasta que finalmente llega la medianoche y Momonga se convierte en parte de este nuevo mundo. A lo largo de los primeros arcos de la trama podemos ver el enorme cambio que se sucede del Momonga desorientado del comienzo al poderoso señor Ainz Ooal Gown, quién comprende lentamente el alcance de sus poderes y la comienza a crear su personalidad más señorial.
El arte de Hugin Miyama retrata perfectamente a cada uno de los personajes principales, con un trazo muy detallado y enérgico, añadiendo además algunas composiciones divertidas y diseños bastante acertados. Solo algunas viñetas aquí y allá nos dejan un poco confusos al no representar de una forma demasiado resoluta el plano secuencial, pero en general Miyama hace un buen trabajo al expresar las emociones de este elenco de grotescos y monstruosos personajes que acompañan a Momonga.
Nos hallamos ante un buen comienzo para un manga que parece muy prometedor. Una fantasía descaradamente divertida con suficiente profundidad emocional para lograr que un protagonista demasiado poderoso no se vuelva aburrido, y un sistema de juego subyacente excelentemente diseñado que da textura y trasfondo a un nuevo mundo.