Hace aproximadamente 4 meses la editorial Milky Way anunció dos novedades que pisarían fuerte en su catalogo, anteriormente ya hablamos de una de ella, Beastars, pero hoy le toca el turno a la segunda, un drama sobre la juventud y la toma de decisiones que nos ha dejado muy buen sabor de boca. Se trata de Música de Acero (Tetsugaku Letra), una preciosa obra de la mano de Mizu Sahara que hoy os traemos a reseñar.
Puede que a algunos de vosotros os suene el nombre de esta autora ya que cuenta con otras de sus obras publicadas en nuestro país, como Voces de una estrella distante y Añorado Rozione, aunque en este caso nos encontramos con un volumen mas actual y contemporáneo que ha sido recopilado en seis tomos publicados en japón tras su cierre.
Respecto a la edición que nos presenta la editorial, nos encontramos con un volumen en rústica con sobrecubiertas y un tamaño de 13 x 18 cm, en cuyo interior encontraremos 196 páginas en blanco y negro contrastando con las cuatro primeras que son a color. El precio del volumen es 8,50€ e incluye un marca paginas a color hasta que se acaben existencias.
Kimitaka podría ser un chico como cualquier otro que va a una escuela a una hora de distancia y con una familia normal y corriente, sin embargo Kimitaka realmente se siente frustrado y triste consigo mismo y con los demás. Su historia gira entorno al baloncesto, ya que fue él quien en secundaria enseño a jugar a sus compañeros de clas, el problema llegó cuando años después estos le superaron tanto en habilidad como en aptitudes físicas,
Kimitaka veía como se iba quedando atrás y en un partido la rabia le desbordó y queriendo demostrar que era mejor que el resto le hizo una falta a uno de sus compañeros que le llevó al hospital. Allí, avergonzado fue a pedir disculpas pero nunca llegó a darlas porque al acercarse a la habitación del paciente escuchó como sus amigos decían que por ellos, bien podría morirse.
Este fue el final del baloncesto para nuestro protagonista y ese día decidió tirar sus deportivas favoritas, sin embargo también fue el día que conoció a una chica frustrada como el por no poder dedicarse al flamenco. Ese día ambos decidieron intercambiarse los zapatos y el recuerdo quedó impregnado de un ambiente de emociones. Desde entonces la chica ha seguido adelante y ahora es una increíble jugadora de baloncesto, pero Kimitaka todavía tiene que decidir que caminó seguirá.
Desde la primera página de este número nos damos cuenta de que estamos ante un manga maduro, con una gran dosis de drama y con el objetivo de la superación y de la búsqueda de uno mismo, como meta final de nuestro protagonista. Por lo tanto, hay que tener en cuenta de que no es precisamente ligero aunque tampoco es un tocho, simplemente hay que ser abierto de mente y recibirlo con los brazos abierto.
El tono mas maduro viene dado por la crudeza del personaje principal. Es egoísta, no sabe trabajar en grupo, poco comunicativo y amargado. Si, desde luego no es un personaje agradable, pero, ¿quien durante la adolescencia no ha tenido una crisis de identidad y cerrado ante todo el mundo? Así es como empieza Kimitaka, pero no como termina ya que en este primer número ya podemos ver parte de su evolución como personaje.
En cuanto al ritmo de la serie se mantiene pausado y contemplativo, analizando a sus personajes para llegar al centro del dolor y dejarlo fluir hasta que cese. Es melancólicamente bello y su lectura resulta un placer si te gustan estos temas.
En cuanto al apartado artístico mantiene un diseño sencillo, con personajes muy básicos y poco resultones que mantienen un perfil bajo en el gentío. Por ahora no hay ninguna viñeta que sea maravillosa ni ninguna que sea mala, por lo que podemos decir que cuenta con un dibujo correcto y eficaz para que la historia fluya.
Lo que si que podemos encontrar en este manga son muchas viñetas vacías de texto, con simples rostros, miradas reflexivas o grandes gestos. Una forma muy acertada para no hacer pesada la historia, si no dejando que el lector se envuelva en ella gracias a las imágenes.
En conclusión, estamos ante un manga realmente bello y reflexivo que seguro gustará a aquellos que busquen algo mas maduro. Lamentablemente el tema del baile como afición masculina era un tabú que ya rompió otra serie, pero estoy segura de que en este caso se llevará el tema por otros derroteros.