Tras haber realizado una publicación ejemplar a lo largo de los nueve tomos de Gunnm 銃夢 ("Alita, Ángel de Combate" en España), este enero Ivréa anunciaba lanzaba su secuela Gunnm Last Order en una edición completamente nueva y definitiva.
Una edición perfecta que es una réplica exacta de la que Kodansha relanzó en Japón la serie en un formato mayor y con más páginas, que comprime los 19 recopilatorios en sólo 12 tomos formato A5 de entre 300 y 450 páginas, incluyendo algunas a color e incluso tintas metalizadas que en esta ocasión vemos utilizadas en el interior del tomo.¡ Casi nada!
Para aquello que aun esteis algo perdidos al respecto, GUNNM (Hyper Future Vision GUNNM 銃夢), un manga que se popularizó por estos lares como Alita, ángel de combate (sobrenombre que podemos ver bajo su logo) traducción del Battle Angel Alita con el que se dio a conocer en todo occidente.
Yukito Kishiro es el responsable de este referente del cyberpunk, habiendo publicado este manga entre 1991 y 1995 en la revista japonesa Business Jump y recibiendo una adaptación en dos OVAs bastante lamentables en el 93. Esta serie terminaría de repente debido a unos problemas del autor en su noveno tomo, para continuar años más tarde en forma de su secuela GUNNM: Last Order.
“Gunnm: Last Order” comenzó su serialización en la revista Ultra Jump de la editorial Shueisha en el año 2000, pero en 2010, debido a diferencias creativas con la editorial, canceló su publicación en el capítulo 100. Casi de inmediato, la obra encontró un nuevo hogar en la revista quincenal Evening de la editorial Kodansha en 2011, y llegó a su fin en el año 2014, sumando un total de 19 tomos.
Ahora mismo la saga continúa con el capitulo final en GUNNM: Mars Chronicle, serie que esta abierta en Japón desde 2014 y ya cuenta con 3 tankoubons.
Tras haber centrado la primera serie en la ciudad basurero y el caos postapocalíptico que cubre la superficie del planeta Tierra, la acción de Last Order nos traslada tras el final y presunta muerte de Gally a la misteriosa ciudad espacial de Salem, dónde asistimos a como el megalomano científico Desty Nova, a quién todos recordamos como el némesis de Gally en la anterior saga, ha decidido reconstruir a Gally a partir de sus restos.
Nova se encuentra completamente obsesionado con la teoría karmatrónica, una especie de teoría científica sobre el destino, lo que le ha llevado no solo a lograr una práctica total inmortalidad, si no a unos desvaríos bastante preocupantes que e llevan a un punto intermedio entre la demencia y la genialidad.
Bajo las mismas ideas, Nova decide revelar a la población de Salem el terrible secreto que se encuentra en la sombras de su sociedad: que pasados los diecinueve años, sus cerebros son reemplazados por chips.
La segunda, que la reconstrucción que Nova ha hecho de su cerebro le han devuelto a Gally todos sus recuerdos, los cuales permiten a nuestra protagonista acceder a su pasado olvidado... así como a todos los secretos del Panzer Kunst.
La tercera, que la revelación de Nova ha destruido por completo Salem; los salemianos, al descubrir su terrible naturaleza han caido en una espiral de autodestrucción que los ha llevado a una auténtica masacre, sumiendo la ciudad voladora en la más brutal de las masacres.
Resucitada en medio de un paraíso caído, Gally decide aprovechar su nueva libertad para buscar a la salemiana Lou Collins, amiga que recuperamos del final de la anterior serie.
La sangrienta guerra en al que se encuentra sumido Salem terminará encontrando su camino hasta Gally, quién deberá luchar no solo por sobrevivir, si no para proteger a los inocentes que encuentre por el camino, un tarea nada sencilla cuando surjan sus dos primeros obstáculos: Por un lado el propio Desty Nova, quién ahora reaparece escudado con dos clones de Gally.
El segundo problema es Jim Roscoe, un joven genio discípulo de Nova que, afectado por la teoría karmatrónica y obsesionado con la verdad de los salemianos, desatará un autentico infierno.
Bajo esta premisa da inicio una secuela que claramente supera con creces a la serie original, en parte por la evolución narrativa de Yukito Kishiro, cuya historia se plantea mucho más organizada, y en parte por el abismal salto que da su estilo de dibujo. Y es que si antes Kishiro ya era un buen artista, lo que nos muestra en estas viñetas es simplemente fascinante, tanto en espectacularidad como en su fantástico dominio del cuerpo humano y el movimiento, el de Gally no duda en hacer gala en todas las impresionantes escenas de combate.