Recientemente Ivréa lanzaba al mercado el segundo tomo del que sin duda es el manga más hilarante e irreverente que he leído en los últimos meses: The Ride-on King, el mejor Isekai de todos los tiempos (con permiso de KONOSUBA).
Esta locura de manga esta protagonizado por Alexander Purchinov, el presidente del pequeño país de Pursia, en un claro "homenaje al presidente de Rusia, Vladímir Vladímirovich Putin - Putin para los amigos - el presidente más molón de todos.
Esta obra maestra inició su publicación en las páginas de las revistas Gekkan Shônen y Monthly Shônen Sirius de Kodansha en 2018, y hasta ahora cuenta con tres tomos recopilatorios en Japón.
Ivréa nos ofrece la serie en un formato tankoubon B6 exactamente igual al japonés, en cuyo interior encontramos los 5 primeros capítulos de esta locura de historia.
El responsable de todo esto es el mangaka Yasushi Baba, cuyo debut llego en al forma del manga Lizard King en 1998. Tras terminarla con un total de dos tomos se metió en su serie más larga, el spokon de 50 tomos Karate Shoukoushi Kohinata Minoru. Y finalmente antes de The Ride-on King estuvo a cargo del manga de 6 tomos Colosseum.
The Ride-on King vol. 2
Tras despertar en un nuevo mundo de fantasía y unirse a dos compañeras de aventuras totalmente desastrosas y de moral cuestionable, el presidente y artista marcial insuperable Alexander Purchinov no solo ha podido llevar al máximo su afición de cabalgar nuevas bestias fantásticas, si no que en el proceso se ha ido convirtiendo en un auténtico héroe.
Tras liberar toda una caravana de niños esclavos y derrotar y liberar así mismo a la reina Garm, esta se convierte en una diosa protectora de la montaña y de un pueblo que no solo acoge a estos niños, si no que termina venerando tanto a esta nueva diosa como al presidente.
Dispuesto a convertir este pueblo en un lugar seguro, Purchinov les enseña a defenderse, alza empalizadas y crea equipamiento militar para sus habitantes, y finalmente decide partir con sus compañeras a una mazmorra que se encuentra en las montañas para eliminar la amenaza monstruosa que esta supone.
Para sorpresa tanto de Purchinov como de sus compañeras, la mazmorra resulta estar gobernada en su interior por un Litch y su dragón zombie, un enorme desafío muy por encima de lo que un grupo de aventureros podría hacer frente.
En una batalla desesperada, Purchinov hará frente a la enorme amenaza, llevando sus habilidades mucho más al límite de lo que hemos visto hasta ahora, e incluso poniendo su propia vida en riesgo para lograr derrotar a sus enemigos.
Por desgracia para ellos, este terrible enfrentamiento no será su único problema.
Gorde y sus soldados, dispuestos a llevar a cabo una total masacre del pueblo de los Centauros, perpetrarán una auténtica carnicería en la que finalmente las indefensas bestias escaparán hasta el pueblo bajo la protección de Purchinov y el Garm blanco.
Esto llevará a nuestros protagonistas a un enfrentamiento abierto con la problemática noble sin escrúpulos, una guerra y asedio contra este pueblo defendido por niños que, obviamente no despertará las simpatías del presidente.
Bajo este planteamiento este tomo se muestra no solo trepidante, si no que nos deja a las puertas de una batalla en la que seguramente veremos al presidente lucirse más que nunca al dirigir la defensa de este pueblo contra el armamento medieval de sus atacantes.
A esto por supuesto le sumamos un dibujo que solo podemos calificar como alucinante, con un trazo fino y preciso y unas escenas de batalla alucinantes, aderezados con el humor que aporta nuestro querido presidente y sus habilidades totalmente fuera de escala.
Y además, ahora tiene un oso. Casi nada.
Tras despertar en un nuevo mundo de fantasía y unirse a dos compañeras de aventuras totalmente desastrosas y de moral cuestionable, el presidente y artista marcial insuperable Alexander Purchinov no solo ha podido llevar al máximo su afición de cabalgar nuevas bestias fantásticas, si no que en el proceso se ha ido convirtiendo en un auténtico héroe.
Tras liberar toda una caravana de niños esclavos y derrotar y liberar así mismo a la reina Garm, esta se convierte en una diosa protectora de la montaña y de un pueblo que no solo acoge a estos niños, si no que termina venerando tanto a esta nueva diosa como al presidente.
Dispuesto a convertir este pueblo en un lugar seguro, Purchinov les enseña a defenderse, alza empalizadas y crea equipamiento militar para sus habitantes, y finalmente decide partir con sus compañeras a una mazmorra que se encuentra en las montañas para eliminar la amenaza monstruosa que esta supone.
Para sorpresa tanto de Purchinov como de sus compañeras, la mazmorra resulta estar gobernada en su interior por un Litch y su dragón zombie, un enorme desafío muy por encima de lo que un grupo de aventureros podría hacer frente.
En una batalla desesperada, Purchinov hará frente a la enorme amenaza, llevando sus habilidades mucho más al límite de lo que hemos visto hasta ahora, e incluso poniendo su propia vida en riesgo para lograr derrotar a sus enemigos.
Por desgracia para ellos, este terrible enfrentamiento no será su único problema.
Gorde y sus soldados, dispuestos a llevar a cabo una total masacre del pueblo de los Centauros, perpetrarán una auténtica carnicería en la que finalmente las indefensas bestias escaparán hasta el pueblo bajo la protección de Purchinov y el Garm blanco.
Esto llevará a nuestros protagonistas a un enfrentamiento abierto con la problemática noble sin escrúpulos, una guerra y asedio contra este pueblo defendido por niños que, obviamente no despertará las simpatías del presidente.
Bajo este planteamiento este tomo se muestra no solo trepidante, si no que nos deja a las puertas de una batalla en la que seguramente veremos al presidente lucirse más que nunca al dirigir la defensa de este pueblo contra el armamento medieval de sus atacantes.
A esto por supuesto le sumamos un dibujo que solo podemos calificar como alucinante, con un trazo fino y preciso y unas escenas de batalla alucinantes, aderezados con el humor que aporta nuestro querido presidente y sus habilidades totalmente fuera de escala.
Y además, ahora tiene un oso. Casi nada.